Es un fenómeno de privación estructural y multicausal, implica restricciones a las personas y a ciertos colectivos. Pero no solo se trata de la carencia económica, sino de aspectos que van mas allá y que restringen la participación social. Las redes y las relaciones sociales constituyen una pieza clave para minimizar los riesgos de la exclusión, por eso es importante el papel de voluntario como agente socializador.
La conducta de ayuda tiene muchos beneficios personales y grupales, siendo el primero a destacar el apoyar a nuestra comunidad y a las personas más olvidades que están cada día viviendo en las calles de nuestra ciudad. Es importante pertenecer a una asociación dónde vas a encontrar un grupo humano con un alto grado de sensibilidad social, pero también herramientas para poder gestionar tu implicación de forma ética y responsable.
Simplemente porque su entorno social y familiar se fue disipando por alguna razón, que puede ser consecuencia de malas decisiones, adicciones, pérdida de empleo o condición ciudadana. Pueden existir infinidades de estresores que desencaden la situación de exclusión. Desde el Proyecto Encuentro facilitamos las herramientas siendo intermediarios con los servicios sociales disponibles.
Cada martes llueva, truene o haga un calor terrible, nuestro equipo de voluntarios sale a las calles de nuestra ciudad, visitando a las personas amigas, usuarios, conocidos y lo que nos depare cada ruta...
Hacemos cada ruta desde el corazón y siempre con una actitud de respeto. Luego se realiza un trabajo de intercambio de información y necesidades, dónde se programan las actuaciones que son derivadas de las rutas, siempre coordinados de forma conjunta con el equipo y los voluntarios.